Mito #1:  “La energía solar no es tan verde si requiere del respaldo de las centrales térmicas para existir”.
Los detractores de la energía solar argumentan que la creación de un huerto solar crea también la necesidad de instalar, adicionalmente, otra planta de energía que funcione como respaldo de la solar, sobre todo, por la intermitencia día/noche.
El problema en esto, obviamente, es que no existe un aumento de la demanda de energía que justifique la creación de otra planta.
Sin embargo, el argumento no se sostiene. Si cancelamos la construcción de una planta solar, entonces la electricidad tendrá que producirse en otra central, posiblemente, en una planta térmica, quemando gas natural las 24 horas del día.
Si se construyera la planta solar, la planta de gas natural funcionaría como respaldo nocturno, operando sólo una fracción del tiempo y quemando, por tanto, una fracción del total del gas que normalmente quemaría.

Mito #2: “Las plantas de gas natural que se necesitan no pueden seguir las fluctuaciones de la generación solar, o sea, producir más o menos energía en función de la que genere la planta solar, por lo que tienen que mantenerse siempre encendidas.”

Hay plantas que les puede llevar horas ‘arrancar’ (especialmente las de carbón o las nucleares), pero las más modernas de gas natural pueden funcionar en 10-15 minutos y los hidrogeneradores de las instalaciones hidráulicas son casi instantáneos.
La solución es simple: basta con crear un pequeño almacén de energía de una hora (o incluso menos) con baterías, que estarán siempre cargadas por los paneles solares. Si el día se nubla, esas baterías aún serán capaces de suministrar toda la energía necesaria durante una hora, tiempo más que suficiente para que una central de respaldo (de gas o hidráulica) haya arrancado.

Fuente: ison21

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