Con la primavera en su apogeo, el ministro de Industria, José Manuel
Soria, anunció que la reforma del sector energético diseñada durante
ocho meses, se aprobaría en la segunda quincena de junio. El verano
avanza y la reforma destinada a taponar un déficit (24.000 millones) que
crece a ritmo vertiginoso, sigue sin ser aprobada. Cada semana el Ejecutivo da a entender
que la aprobación es inminente —lo hizo la vicepresidenta Soraya Sáenz
de Santamaría el pasado viernes— y cada semana se aplaza. Este jueves,
el ministro Soria fue parco pero claro: preguntado en el Congreso por la
posibilidad de que la reforma se aprobara este viernes contestó con un
rotundo “no”. Soria remitió a un próximo Consejo de Ministros de agosto
para dar la luz verde al proyecto.
Tras los sucesivos aplazamientos, sostienen fuentes en el sector
energético, están las diferencias entre Industria y Hacienda a la hora
de tratar el problema del déficit. Soria defiende un proyecto para
cobrar impuestos diferentes según el tipo de generación: en general un
impuesto del 4%, más tasa específica para nucleares e hidráulicas; para
la eólica un 11%; si es termosolar un 13% y los impuestos más altos para
la solar fotovoltaica, un 19%. Hacienda tendría dudas sobre el proyecto
y su legalidad, lo que explicaría el retraso.
Los sucesivos aplazamientos han avivado si cabe las críticas a
Industria. Esta misma semana, el presidente de Iberdrola apeló al
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que tomara las riendas del
proceso.
Fuente: economia.elpais.com